La cantante estadounidense, mundialmente reconocida, Katy Perry fue condenada por los jueces en USA a pagar 2,78 millones de dólares por haber plagiado una canción cristiana con su tema Dark Horse del disco Our World: Redeemed, tras la denuncia en 2014 del autor Marcus Gray (Flame), especializado en esta temática, por su sencillo Joyful Noise.

Según han informado los medios locales, la cantante abonará la suma de 500.000 dólares, mientras que el resto lo pagará el sello discográfico Capitol Records. Flame asegura que su canción tiene un ritmo y una base muy similares al éxito de Perry del 2008. Tanto así que decidió llevar a la estrella y a su equipo ante los tribunales desde el 2014.

Tanto la disquera, compositores, equipo de producción y la intérprete aseguran no haber escuchado antes sobre Flame y si quiera haber escuchado el tema Joyful Noise. La decisión sobre este caso llegó de manera unánime por parte del jurado tras el juicio presentado una semana antes.