“Jet Set: El último baile” — El homenaje que transforma el dolor en memoria colectiva
Salir a celebrar la vida, brindar con amigos, compartir en familia o ver a tu cantante favorito en vivo son momentos que muchas veces damos por sentado. Sin embargo, el pasado 8 de abril de 2025, una noche que prometía alegría y música se convirtió en una tragedia que marcó a todo un país.
Esa noche, en la reconocida discoteca Jet Set en Santo Domingo, más de un centenar de personas perdieron la vida en medio del caos, escombros y la desesperación. Lo que debía ser un espectáculo más terminó siendo una herida abierta para cientos de familias, una historia de dolor que aún resuena. Hoy, esa historia se convierte en memoria a través del documental “Jet Set: El último baile”, una producción de Noticiero Venevision, dirigida con sensibilidad y respeto por la periodista Nieves Soteldo.
Un testimonio audiovisual necesario
Este documental no solo reconstruye los hechos desde el periodismo riguroso, sino que también hace un homenaje profundo a las víctimas. Entre ellas, figuras queridas como el reconocido cantante Rubby Pérez, cuya voz acompañó por décadas la vida musical del Caribe.
A través de imágenes de archivo, entrevistas y una narrativa profundamente humana, Soteldo construye un relato que va más allá de lo periodístico. Es una crónica íntima sobre cómo una discoteca llegó a convertirse en símbolo cultural y punto de encuentro de artistas, empresarios, soñadores y personajes inolvidables de la sociedad, pero también es una elegía. Porque Jet Set no solo fue un escenario de celebración, sino también el epicentro de una tragedia que dejó cicatrices. El documental rinde homenaje a las víctimas, recordándolas con respeto y dignidad. Es una invitación a no olvidar, a reflexionar sobre la seguridad en los espacios de entretenimiento y sobre la fragilidad de lo cotidiano.
Mirar, recordar, honrar
“Jet Set: El último baile” es un documento que conmueve, informa y honra. Un llamado a valorar la vida, a acompañar en el duelo y a mantener viva la memoria de quienes ya no están. Porque el último baile no debe quedar en silencio.