La noble fragilidad del Cuidador: Victoria Tirro nos acompaña en el Día Internacional del Cuidador
En un emotivo y necesario encuentro en nuestro programa, la astróloga y presentadora Meredith Montero recibió a la psicogerontóloga Victoria Tirro para conversar sobre la trascendental y a menudo silenciosa labor de las personas cuidadoras, en el marco de su día internacional. La entrevista se centró en la dualidad de la entrega y el autocuidado, ofreciendo herramientas vitales para quienes sostienen la vida de otros.
La conversación, marcada por un tono profundo y humano, abordó las oportunidades de crecimiento personal y espiritual que brinda esta misión. Victoria Tirro, con su gran conocimiento en gerontología, enfatizó que, si bien es una tarea de profundo amor, también requiere una gran conciencia sobre el bienestar propio.
El potencial de crecimiento y la voz de la vocación
Victoria expuso que la labor de cuidado no debe verse como una carga, sino como una experiencia que conlleva un potencial de desarrollo personal único e interesante. Esto implica un cambio de perspectiva: entender la entrega no solo como un deber, sino como un camino para evolucionar.
Otro punto central de la entrevista fue la importancia de la vocación. Según la experta, es fundamental que la persona que ejerce el cuidado se evalúe honestamente sobre su deseo de realizar esta tarea. Una vocación genuina es la primera barrera de contención contra el agotamiento y la frustración.
Un llamado vital: Humanidad, fragilidad y terapia
El momento de mayor impacto de la conversación se centró en la gestión del agotamiento emocional. La especialista hizo un llamado contundente a pedir ayuda si el cuidador se siente "quemado", exhausto o es abrumado por la culpa.
Victoria Tirro desmitificó la creencia de que reconocer la necesidad de apoyo es un signo de debilidad. Por el contrario, lo enmarcó como un acto de profunda humanidad y fortaleza.
"Si no podemos con todo y vamos a reconocer eso, esa fragilidad que a todos nos acompaña, entonces permítase entenderlo y pedir ayuda en la terapia,” afirmó la Psicogerontóloga, enviando un mensaje directo a la conciencia y al amor propio.
La invitada y Meredith coincidieron en la analogía de que "es imposible llenar una taza vacía". Por ello, el mensaje final para los cuidadores (y sus familiares) es priorizar el bienestar emocional como un acto de responsabilidad esencial, asegurando que el vehículo del cuidado se mantenga en óptimas condiciones para continuar con su noble labor.