En una nueva mesa de análisis a través de Venevision®
ABRIENDO PUERTAS REUNIÓ A FELIPE MUJICA, GILBERTO GIMÉNEZ Y PABLO QUINTERO
- Felipe Mujica:"Los venezolanos sabemos que tenemos enfrente una amenaza".
- Gilberto Giménez:"Lleva tu vida normal, disfruta la cotidianidad, pero eso sí, está preparado para la defensa".
- Pablo Quintero:"Un estado de guerra psicológica permanente para el venezolano no va generar una movilización".
Caracas, 31 de agosto de 2025.- Margarita Oropeza recibió en la mesa de análisis de #AbriendoPuertasVV, a Felipe Mujica (Secretario general del Movimiento al Socialismo – MAS), Gilberto Giménez (Diputado de la Asamblea Nacional por el Movimiento Electoral del Pueblo – MEP) y Pablo Quintero (consultor político) para hablar acerca de la situación política actual de Venezuela y una posible intervención militar ante el desplazamiento de armas y buques de Estados Unidos al sur del mar Caribe.
En opinión de Felipe Mujica, la situación del país es incierta: "Creo que está claro, lo hemos dicho hasta la saciedad, que todo lo que tiene que ver con sanciones, con intervenciones, con la posibilidad del estallido de un contexto de violencia en Venezuela, tiene que ser rechazado porque lo peor que nos podría pasar a nosotros como país es vernos involucrados en un conflicto bélico donde no sabemos de qué tamaño serán las dimensiones (…) y además sabemos siempre que cuando un conflicto armado arranca, se sabe que arrancó, no se sabe cuándo termina ni quién gana ni qué es lo que va a pasar".
Por su parte, Gilberto Giménez señaló que las movilizaciones que se han dado para enfrentar los cárteles de la droga forman parte de lo que él llama una 'guerra cognitiva'. "Sin duda alguna, la amenaza es real y el tema militar, la agresión militar no es solamente discursiva (…). Comparto lo que dice Felipe, cuando hay una confrontación militar todos sabemos cuándo comienza, pero jamás sabemos cuándo termina y yo no tengo duda de que en una guerra nadie gana, porque siempre terminan pagando de alguna forma de los dos lados, pues los pueblos comienzan poniendo los muertos. Así que deseamos que no ocurra".
En ese mismo sentido, Pablo Quintero dijo: "Más del 85 % de los venezolanos –según dos encuestadoras en Venezuela, muy reconocidas por la opinión pública- señalan que los venezolanos no quieren una intervención militar por el coste económico, por la destrucción de la mínima estabilidad económica que tiene el país, por las pérdidas humanas y por el retraso que eso también conllevaría desde el punto de vista económico. Por otro lado, el venezolano tiene una fuerte identidad con su país y lo ha demostrado a lo largo de esta campaña y esta situación de amenaza constante mediática, le ha servido también al oficialismo para cohesionar su discurso".
Ante las declaraciones de Nicolás Maduro sobre las presiones recibidas, Giménez expresó: "Él habla de 20 días de amenazas, son más de 20 años de agresión constante, de persecución que desde luego se cristaliza con las medidas coercitivas que se aplican en el año 2015, el momento de parte de los Estados Unidos cuando nos declaran una amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad de estado (…), lo que abre las compuertas a todo lo que hemos venido viendo en los últimos tiempos, ¿no? Cómo se ha pretendido ahorcar de una manera brutal la economía, la principal fuente de ingreso del país que es la industria petrolera".
Sobre las decisiones tomadas por los Estados Unidos, Quintero precisó: "Yo creo que las críticas hacia la política exterior de Donald Trump también están sustentadas sobre hechos concretos y de alguna manera ha existido una fábrica de propaganda y de acusaciones sin fundamento sobre el tema del 'Cártel de los Soles', que al final, a mi juicio, no existe y se trata de una operación mediática psicológica para justificar una agresión armada sobre Venezuela. También hay que considerar otras variables. En el informe de la DEA del año 2024-2025, Venezuela no aparece en ese informe y de aparecer estuviera Venezuela en el radar de hace muchísimos años atrás, pero hay que considerar la política retrospectiva".
Mujica habló sobre lo que él cree que deberían hacer los gobiernos de Venezuela, Estados Unidos y Colombia: "Por qué es que esos tres señores, o esos tres gobiernos, si el objetivo es atacar el narcotráfico, no se busca una manera efectivamente de actuar sobre eso, por eso, insisto, las narrativas son decisivas en lo que yo quiero transmitir (…). Si yo fuese el gobierno, en vez de esa narrativa que tengo, que es una narrativa de llamar a la defensa del país, yo incluiría una narrativa en el cual se contenga la solución de estos problemas y convocaría a la sociedad venezolana a que entre todos podamos darle respuesta a las urgentes situaciones que Venezuela tiene como país".
Frente a la necesidad de que se establezca un acuerdo nacional, Giménez dijo: "Totalmente, yo creo que el tema de la defensa de la patria ante cualquier amenaza, cualquier militancia de orden partidista, ideológica, posición de orden ideológico, hay que dejarlo a un lado ¿no? y Bolívar no se equivocó cuando dijo 'cuando el clarín de la patria llama hasta el llanto de la madre debe callar'; y esto debe convocar a sectores económicos, sectores de la academia, sectores los partidos políticos, movimientos sociales, todas las fuerzas vivas del país, porque si no tenemos patria no tenemos absolutamente nada".
Ante el papel de los diferentes actores políticos, Quintero manifestó: "El rol del político venezolano tiene que ser suscribir públicamente un gran acuerdo de pacificación del país, pero también de puntos en común. ¿Cuáles son esos puntos? El primero, rechazar bajo cualquier circunstancia una intervención militar venga de donde venga. Segundo, rechazar absolutamente y de forma categórica todas las sanciones económicas sobre el país, específicamente las sanciones sectoriales (…); y lo tercero, es que independientemente de la conversación del narcotráfico, el político que quiera hacer política el día de hoy tiene que hablar de los temas de la gente".
Para finalizar el debate, Mujica afirmó: "Los venezolanos sabemos que tenemos enfrente una amenaza. Sabemos que lo peor que nos puede pasar es tener que vernos involucrados en un conflicto violento (…). El gobierno debería ver esto de una manera tal donde no es que yo le voy a sacar provecho a esto en función de mis intereses, sino que el gobierno vea que los intereses que tengo juego aquí son los intereses de Venezuela en letras mayúsculas y debería actuar de acuerdo con las cosas que hemos comentado. Convoquen, resuelvan los temas políticos, entrémosle a los temas económicos y en ese contexto hay que asumir la defensa de la patria".
A juicio de Giménez, es notorio que el venezolano sigue adelante a pesar del entorno. "La gente sigue su vida normal. No es que te vas a quedar encerrado en tu casa. Si te pones a escuchar todo lo que dicen las redes sociales, te vuelves loco. La guerra cognitiva está en pleno desarrollo. Ahora, lleva tu vida normal, ve a ir a la playa, comparte con la familia, no es que te encierres a comprar enlatados, que si a comprar una planta eléctrica porque mañana viene una guerra, ¿no? Lleva tu vida normal, disfruta la cotidianidad, pero eso sí, está preparado para la defensa (…) saber lo mínimo de movilidad, qué hacer en el momento de una confrontación, cuál es tu papel, etcétera".
Quintero, por su parte, recalcó lo que él considera clave en este momento. "Lo importante de todo esto es entender que un estado de guerra psicológica permanente para el venezolano no va generar una movilización, un cambio político. Aquí hay que entender también, insisto nuevamente en esto, la gente está por otro lado sentimental pensando en su casa, en su planificación, en la educación, en los temas fundamentales (…). La dirigencia política venezolana –todos los partidos que se van a deslindar de las sanciones, de la de las intervenciones militares- deben centrarse en la gente de los sectores populares, de las comunidades, y reconectar con el sentimiento, el cerebro y el estómago de esa gente que al día de hoy padece una crisis económica".