El Bayern Múnich recibió en el Allianz Arena a la Lazio, sabiendo que debían matar o morir con muy buena imagen no solo por la derrota en la ida, sino por lo convulso de su panorama actualmente. Contundente 3-0 para meterse en cuartos de final de la Champions League y volver a ser la aplanadora que solía ser.
Desde muy temprano Musiala y Sané pusieron la velocidad y vértigo con disparos lejanos, regates y sprints muy agresivos que dejaban en evidencia al conjunto italiano, que en alguna jugada aislada pudo complicar las cosas para los teutones. Viendo el reloj, Kane apuró al 38´para marcar el primero tras un disparo que quedó colgado en la frontal del área y el inglés cabeceó para abrir el marcador.
Muy cerca del descanso, al 46, apareció un disparo bárbaro de Matthijs de Ligt que desvió de cabeza Muller, pero de haber entrado desde el impacto del holandés seguro le peleaba el gol de la jornada a Mbappé. A los vestuarios con ventaja de dos goles y el Bayern respiraba, con tranquilidad y ante su público.
En el segundo tiempo el monólogo siguió por parte de los locales y al 65´de nuevo Kane, el killer que quiere ganar títulos, apareció en el área justo donde mandan los delanteros élite, esperando un rebote del portero que finalmente apareció y así puso el tercero en el luminoso, certificando la goleada del gigante alemán.
Para el próximo sorteo de cruces en cuartos de final estará el nombre del Bayern Múnich y sus jugadores toman algo de oxígeno, lo mismo que Tuchel, que pese a saber que no continúa a final de temporada quiere levantar títulos con el club y despedirse por la puerta grande, algo que también persiguen los líderes del vestuario.
