Alcaraz suda la gota gorda en Wimbledon: Una victoria agónica ante un Fognini inspirado
El camino hacia un tercer título en el All England Club nunca es fácil, y Carlos Alcaraz lo ha comprobado desde el primer instante en Wimbledon 2025. El vigente campeón se vio envuelto en un cóctel explosivo de calor inusual en Londres, la presión de ser el máximo favorito y un rival sin nada que perder, pero con el talento brutal de Fabio Fognini. El resultado: una victoria pragmática y apretada (7-5, 6-7 (5), 7-5, 2-6 y 6-1) que, si bien lo aleja de su brillantez habitual, le permite avanzar, que es lo primordial en un Grand Slam.
Un Fognini inspirado que puso en jaque al campeón
Fabio Fognini, con su característico juego impredecible, amenazó con jugárselo todo desde el inicio, fiel a la premisa de que es más fácil sorprender a los favoritos en las primeras rondas. Y vaya si lo hizo. El italiano, quien disputó el lunes su último partido en Wimbledon, despidiéndose de forma emotiva del torneo que lo vio jugar su primer encuentro en la central hace trece años contra Roger Federer, y el último contra el propio Alcaraz, acompañado por sus seres queridos.
Alcaraz permitió cinco bolas de 'break' en el primer parcial y coqueteó con complicarse en una pista donde había encadenado seis sets ganados, siendo el último perdido ante Daniil Medvedev en las semifinales de 2024. El segundo set ante Fognini, que lo perdió en un desempate nefasto, confirmó que los inicios de Alcaraz en este tipo de torneos no suelen ser sencillos.
Tensión en la pista y duras reflexiones
La frustración del murciano fue evidente. "No puedo sacar y no puedo restar. Lamentable", exclamó el pupilo de Juan Carlos Ferrero al borde de perder el segundo set. Su lenguaje corporal también generó preocupación, tocándose la cadera y sin transmitir buenas sensaciones en casi ninguno de sus golpes. Perdió su saque en el tercer set, lo recuperó y estuvo a punto de volver a cederlo en el 3-3 con un tenso 15-40. No fue hasta el 5-5, y con la ayuda de una doble falta del italiano, cuando Alcaraz finalmente tomó las riendas del partido, dejando atrás las dudas físicas y encontrando algo de estabilidad.
Pero incluso la sonrisa con la que coloreaba algunos puntos no ocultaba su incomodidad. Incluso llegó a espetar un "¿tienes algún problema conmigo?" a alguien del público y soltó un "este tío tiene calidad para jugar hasta los cincuenta años" en referencia a Fognini, quien sin aparente esfuerzo se apuntó el cuarto set, poniendo en jaque al campeón.
Un historial que amenazaba repetirse
Este fue uno de los momentos de mayor tensión para Alcaraz, ya que amenazaba con convertirse en el tercer campeón defensor en perder en la primera ronda, tras Manolo Santana en 1967 y Lleyton Hewitt en 2003. Y el añadido de hacerlo ante un tenista de 38 años que, posiblemente, esté ante su última temporada en el circuito y que no ganaba un partido desde octubre del año pasado, hacía la situación aún más delicada.
Los 62 errores no forzados y un pobre desempeño al servicio complicaron una tarea que debería haberse resuelto mucho antes, pero que se extendió hasta el quinto set. A pesar de la agonía, Alcaraz logró sellar la victoria y avanzar en el torneo.
Su rival en la siguiente ronda será el británico Oliver Tarvet, un jugador al que nunca se ha enfrentado.
Hemos realizado un análisis detallado de los cuadros con nuestro periodista Gregorio Rojas y Daniel Omaña. Mira el video ahora y únete al debate: Análisis NV - Wimbledon