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Serena Williams se despedirá del tenis en el próximo US Open

Serena Williams concedió una entrevista a la revista Vogue para hablar sobre su vida personal en la actualidad, repasando la importante labor que cumple como madre y la relación que esto tiene con su faceta deportiva, una llena de éxitos con la vitrina llena de trofeos y la historia esperando para recordarla como una de las más grandes del tenis, por no decir la mejor de todos los tiempos. El tiempo se encargará de darle su merecido lugar.

La estadounidense lo tiene claro: el retiro es un tema tabú. Recuerda nombres como el de Ashleigh Barty o Caroline Wozniacki. La primera como una gran sorpresa y muestra de valentía para tomar una decisión así en el momento que vivía; la segunda como un posible ejemplo, haciendo mención al alivio que la propia danesa admitió cuando en 2020 anunció que colgaba la raqueta. Para Serena, jubilación no es la palabra y solo lo conversa con su terapeuta.

Serena admite a Vogue que “es doloroso y desgarrador” admitir que se acabó su trayectoria tenística, que será “muy complicado leer esta entrevista cuando salga”, pero al mismo tiempo se siente fuerte y segura para lo que viene, un nuevo camino en el que su familia será el centro total de su atención y no a tiempo compartido como últimamente sucedía, entre la duda de volver a jugar o dar un paso al costado.

California y Melbourne pasan por su mente mientras recuerda los episodios complicados de su carrera. Jugar con dos meses de embarazo, mantenerse en competencia mientras amamantaba a la pequeña Olympia o superaba la depresión posparto. Los 24 Grand Slam de Margaret Court y la idea de poder “tener más de 30”, marcas y metas que se relacionan con su carrera pero que hoy, son solo anécdotas, recuerdos y detalles para una intachable trayectoria en la que terminó compitiendo consigo misma, superando nombres como los de Martina Hingis, Chris Evert-Martina Navratilova o Monica Seles.

 

 
 
 
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Su admiración y amistad con Tiger Woods le dieron el empujón para jugar un torneo de Wimbledon para el que admite no haber estado preparada, pero no quiere quedarse en lo malo y sigue de pie con el Masters de Canadá, torneo en el que venció a Nuria Párrizas ayer en ronda de 64. Pero su objetivo está claro y el US Open es la última parada, al menos a eso apunta en Vogue, dejando en claro que Serena Williams duda poco cuando le toca elegir y siempre se inclina hacia Olympia y Alexis. 

7 Abiertos de Australia, 7 Wimbledon, 6 US Open y 3 Roland Garros dan brillo a su palmarés para un total de 23, que pueden ser 24 si firma una gesta heroica en Nueva York del 29 de agosto al 11 de septiembre, poco antes de cumplir 41 años. Serena buscará despedirse a lo grande justo en el último major de la temporada, renovando un título que no gana desde 2014 y con el que podría empatar la marca de Margaret Court, la última pincelada de su obra en el tenis. 

Serena aseguró ser “terrible para las despedidas” tal vez sin saber que su ausencia definitiva en las canchas tendría el mismo calificativo, no por su adiós que como en cada deportista es inevitable, sino por el tramo final de su carrera, que ha sido más tortuoso y cuesta arriba que nunca, aunque eso mismo podría darle un sabor especial si posa con el trofeo en Flushing Meadows, imagen que todos los amantes del tenis esperan ver.

 Foto: @serenawilliams

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